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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

El AUKUS

Emilio de Miguel Calabia el

Llevamos unos años que las sorpresas geopolíticas se encadenan una detrás de otra. Una de ellas fue la firma del AUKUS el 15 de septiembre de 2021 entre EEUU, Australia y el Reino Unido. El acuerdo constaba de dos pilares. El primero, que es el que ha atraído mayor atención, fue que Australia adquiriría submarinos nucleares con tecnología británica y norteamericana. A este respecto el acuerdo dejó muchos cabos sueltos en cuanto a plazos. Lo único que estaba meridianamente claro es que esos submarinos nucleares australianos no estarían dotados de armamento nuclear. El segundo pilar preveía que los socios cooperarían en ciberseguridad y en tecnologías emergentes disruptivas como la computación cuántica o la inteligencia artificial.

Las razones últimas por las que se firmó el acuerdo fueron: 1) Hacer de contrapeso a China en el Indo-pacífico; 2) Profundizar en la cooperación tecnológica entre los tres socios y en la integración de sus industrias de defensa (de las tres, la industria de defensa australiana era la menos robusta); 3) Modernizar las capacidades de defensa australianas. A estas tres razones podría añadirse otra más: dar trabajo a los astilleros británicos y norteamericanos.

El anuncio del acuerdo causó estupor y, en algunos casos, una profunda irritación. La más ofendida fue Francia, que poco antes había alcanzado un acuerdo con Australia por el que le construiría 12 submarinos de propulsión diesel por un precio aproximado de 5.000 millones € cada submarino. El rifirrafe subsiguiente se solucionó al año siguiente con el pago de Australia a Francia de una indemnización de 550 millones €.

China, por su parte, condenó el acuerdo, afirmando que denotaba una mentalidad de Guerra Fría y que era una amenaza para la paz. Muchos vieron en el acuerdo una peligrosa militarización del Indo-pacífico, toda vez que se trataba del primer acuerdo de contenido militar en la región desde el final de la guerra de Vietnam.

Desde que se firmó el AUKUS algo se ha avanzado en su objetivo original de dotar a Australia de submarinos de propulsión nuclear. En noviembre de 2021 se firmó el Acuerdo de Intercambio de Información sobre Propulsión Naval Nuclear, que permitía a Australia acceder a tecnología de submarinos nucleares de EEUU y Reino Unido. En estos años se ha formado a oficiales y marinos australianos en propulsión nuclear.

Dado que hasta la década de los 40 de este siglo los submarinos nucleares australianos no estarán disponibles, a comienzos de la década de los 30 EEUU venderá a Australia entre tres y cinco submarinos de la clase Virginia para cubrir la ventana de vulnerabilidad hasta la llegada de los submarinos nucleares. Hacia 2027 se establecerá una Fuerza Rotatoria Submarina-Occidental de un submarino británico y hasta cuatro submarinos nucleares norteamericanos, en los que serán desplegados marinos australianos para que adquieran experiencia en su navegación y mantenimiento.

En lo que se refiere al segundo pilar, en abril de 2024 tuvo lugar la primera reunión del Foro Industrial del AUKUS (ACIF por sus siglas en inglés). Su objetivo es intermediar entre los gobiernos del AUKUS y los sectores industriales. Entre sus funciones está la profundización de la colaboración industrial, sobre todo en áreas tales como la inteligencia artificial, los sistemas submarinos, la guerra electrónica y las tecnologías cuánticas.

Dado lo impredecible de la Administración Trump, a lo mejor todo lo que he escrito más arriba dentro de poco va a dejar de ser válido.

El 18 de junio pasado el Secretario de Defensa norteamericano Peter Hegseth anunció que revisaría el AUKUS después de “conversaciones largas y personales” con los Ministros de Defensa del Reino Unido y Australia. La persona que se va a ocupar de la revisión en el Pentágono es Elbridge Colby, quien ya había expresado su escepticismo sobre el AUKUS y sus dudas sobre si el acuerdo al final implicaría el despliegue de más o de menos submarinos en el Indo-pacífico. La Casa Blanca ha participado en esta ceremonia de la confusión al haber afirmado el día 19 que la revisión se haría para asegurarse de que el acuerdo respeta el principio de América Primero.

En Australia algunos ya han comenzado a preguntarse si EEUU realmente está dispuesta a ayudarles en caso de conflicto (no son los únicos que se hacen esa pregunta). El acuerdo es clave para Australia ya que le permitiría mejorar sus capacidades militares y acceder a tecnologías de propulsión nuclear avanzadas. En la incómoda espera a que se anuncien los resultados de la revisión, algunos temores ya han comenzado a formularse: ¿y si Trump eleva el precio de los submarinos y exige, además, que se paguen con tierras raras? O peor todavía, ¿Y si EEUU abandona el AUKUS?

Vivimos tiempos en los que hasta los peores sueños pueden convertirse en realidades.

 

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